25 de enero de 2010

"...no se necesita tener las manos blandas para ser mujer"

María del Campo de León Gieco

BRAVO, María Laura (1); BARROS, Mariana (2)
1 Curso de Socioeconomía
2 Curso de Economía General y elementos de Sociología

En esta oportunidad desde la sección de entrevistas decidimos compartir las experiencia de dos mujeres, que transitan etapas de la vida diferentes, pero que disfrutan cada día de estar trabajando vinculadas a la actividad hortícola.

Susana Parrillo, es una mujer santiagueña que trabajó la tierra desde muy chica. Cuenta que a los siete años ya trabajaba en los algodonales, casada y con hijos grandes vive en una quinta de Colonia Urquiza esta es parte de su historia.

¿Cuánto hace que estas acá?
Hace casi 50 años, y ¿con quien te viniste? De Santiago del Estero vine con mi familia. Tenía 11 años, vinimos como medianeros a una quinta a 2 km de acá. Teníamos una tía viviendo acá y mi hermana mayor ya estaba con ella.
Nosotros en Santiago del Estero andábamos bien, pero no como querían mis padres que anduviéramos, así que nos consiguieron una quinta y nos vinimos. Me quedé ahí hasta los 18 años, después me fui a probar suerte a Capital, trabajé en una fábrica y como empleada domestica. Me vine porque me puse de novia con Carlos, quien hoy es mi marido, y a los 21 años me casé.

¿En esta quinta cuanto hacen que están?
Alrededor de 28 años. Tenemos 3 hijos y actualmente vive con nosotros solo el más chico, de 26 años, es hora de que vuele. No estudia, terminó la primaria. Ahora corta el pasto y nos ayuda en algo a nosotros.

¿Cuánta superficie tiene la quinta?
La quinta tiene 3,5 ha. Cuando podemos sembramos también a campo, ahora tenemos choclo, lechuga y cebolla. El tomate solo lo hacemos en el invernadero. Solo trabaja mi marido, antes lo hacía yo también, pero ahora por cuestiones de salud solo ayudo en tareas livianas.

¿Dónde comercializan la producción de verduras?
Acá en la quinta y mi cuñado nos lleva algo al mercado de la plata, según la cantidad que tengamos para vender.
La nueva siembra la hicimos con dinero que teníamos guardado de las fiesta del tomate: compramos semillas de choclo, de zapallito, y con lo que sacaremos de estos cultivos vamos a guardar para hacer nuevamente dulces y salsas, todo cierra.

¿Cuándo empezaste a hacer dulce y salsa de tomate?
Hago dulce, salsa, y ahora empecé con el ají en vinagre. Para vender hago dulce y salsa hace unos 8 años.
Nosotros el dulce y la salsa los usamos como una alcancía, tenemos $20 y compramos azúcar para después hacer dulce, desde fin de diciembre hasta marzo es la época que hago dulce, cuando hay tomate…
Este año perdí bastante tomate en planta que estaba listo para hacer salsa, pero como no conseguí envases…, lo perdí.

¿Y la receta ó la manera de elaborarlo, como la aprendiste?
La salsa la hago con la receta que me enseñó mi suegra y el dulce hice 2 cursos en la Facultad de Agronomía, y de ahí armé mi propia manera desde la receta básica me llevó 5 ó 6 años hacerlo parejo, agarrarle la mano.
En realidad cuando nosotros empezamos con el proyecto de recuperación de la semillas de tomate plántense, que va a hacer ya 10 años, el primer año tiramos todo el tomate y el segundo me dijo mi marido ya que sabemos hacer salsa y veamos si podemos hacer alguna otra cosa, y saltó el Lolo (J. J. Garat) diciendo de pedir una capacitación a una cátedra de la Facultad. Ahí nos enseñaron lo que yo llamo la receta básica, luego la adapté para hacer el dulce a mi manera. Lo empezamos a hacer porque sobraba tomate. Comenzamos con degustaciones y cada vez llevamos más.
Después empezó la fiesta del vino, y ahí vino mejor vendiendo en la fiesta del tomate y en la del vino.

¿Por qué motivo crees que la gente compra el dulce? ¿Crees que lo hace porque es de tomate platense, por la elaboración artesanal?
Mirá, a mi me dijeron, la gente te da su opinión aunque no se la pidas, en la fiesta del vino me felicitaban porque ya lo habían comprado, en lo que el dulce es exquisito y que es artesanal. De tomate platense que yo hago la semilla, la cuido la planta y que hago el dulce la gente todo eso lo valora.

¿Alguna vez hiciste dulce de otro tomate?
No, no probé, tendría que hacerlo y ver como me sale. Sería otra receta? Y yo siempre digo que aunque te de la receta no te va a salir igual, me puede rendir más frasco, pero quizá la calidad del dulce cambia.

¿Por qué elegís dejar el trabajo en la quinta y elaborar dulce: porque te gusta, te es más rentable?
En realidad por cuestiones de salud no puedo seguir trabajando directamente en la quinta, solo ayudo en algunos momentos con tareas livianas, y la posibilidad de preparar productos elaborados me permite seguir cerca de la quinta. Por otro lado me gusta, me encanta hacer dulce, me encanta que lo pruebes y me digas que rico que está. Suena egoísta pero es así.

¿Qué ventajas y desventajas tiene producir dulce de tomate platense?
La desventaja es que no vendo sostenido durante todo el año, me gustaría tener un ingreso mensual, un negocio de 7- 8 frasco diarios. Y tener un vehículo para poder repartir, pero para eso tendría que tener habilitaciones.


Andrea Verolo es una joven de 29 años de edad, nacida en Florencio Varela, es hija de productores, que primero fueron productores hortícolas y luego se reconvirtieron a extensivos. Casi Ingeniera Agrónoma, casada y con muchas ilusiones. Hace 8 años que trabaja en la Plantinera de Kanashiro en su ciudad natal.

¿Que pasó con la quinta de tus padres?
Está ahí, pero ahora se siembra soja o trigo. Tuvo problema con el personal y decidió cambiar.

¿Por qué estudias agronomía?
Fue todo un tema. Terminé la secundaria y empecé estudiando biotecnología en la orientación vegetal y animal, en la UN de Quilmes.
Y sentí que era una profesión que tenés que tener cierto nivel, es como en la medicina, no podes ser un medico de 4 de promedio, y me costaba demasiado, la mayoría de mis compañeros tenían 20 o 21 años y yo había terminado la secundaria con 17 y recién cumplí los 18 en junio del primer año, y me sentía mucho mas chiquita. Luego de 1 año y medio me decidí a dejar y a fin de ese año me anoté para seguir agronomía. Me llamaba mucho lo que viví de chica en la quinta, me gusta el contacto con las plantas y las personas y no me veía en un laboratorio para toda la vida.

¿Cómo estas con la carrera?
Solo me falta la tesis, que la estoy haciendo junto con Wolcan y Aprea en injerto en pimientos. Estamos evaluando si usando pie de un pimiento Fyuco que se usa normalmente a campo, resistente a Phytophthora, injertado con materiales comerciales no resistentes, si el Fyuco le pasa la resistencia a la variedad. ¿Con que fin? El sentido lo estoy planteando para que haya pie nacional y no que tengamos que salir a comprar pies importados con resistencias a cepas o nematodos propios de los países que los desarrollaron.
Me costo mucho terminar, vivo lejos, casada y trabajando siempre, a veces te tira la plata que vas ganando pero que me recibiera era una meta que nos pusimos con mi marido, porque el también apostó y ayudó mucho para que la cumpliera.

En la plantinera ¿Como empezaste?
En realidad me enganche porque necesitaban a alguien en la parte administrativa, yo estaba trabajando en un estudio contable y mi cuñado, que además es productor hortícola, trabajaba en la plantinera, me hizo el contacto y empecé en esa área. Ahora estoy haciendo desde la facturación , hasta llevar las cuentas de los clientes, desde “que” se siembra, “cuando” se siembra o “a quien”. Abarco un poco de todo.

¿Y como es tu relación con respecto a lo técnico?
Con respecto a eso estamos empezando ahora un poquito mas. Me estoy empezando a meter en el aspecto de la relación con el productor que llega a la plantinera y me dice que lo asesore porque no tiene bien definido que material poner, pero si sabe que producto quiere obtener. Entonces vos tenés que saber con que tipo de productor estas hablando para hacerle una recomendación a la medida de cada uno y con un material que se ajuste lo mejor posible a su situación productiva. Con los años fui generando una confianza con los clientes que me ayuda mucho. En lo relacionada con el manejo de los plantines en sí el técnico a cargo es Alberto Yessi.

¿La condición de ser mujer te facilito o te dificultó en algo?
Al principio en el trabajo a los clientes les costaba entrar en el negocio y ver a una mujer, al principio una chica joven, tomando los pedidos. Mas a los bolivianos que son una sociedad mucho mas machistas, pero muchos después del asesoramiento se quedan mirando a la camioneta esperando la aprobación de la esposa que se encuentra arriba. Es raro y contradictorio. Pero después fuimos creando una muy buena relación.

¿Y entre los técnicos?
Y, entre los técnicos es más difícil. Si salgo de mi entorno de mas confianza te dan duro por el hecho de ser mujer. Me ayuda mucho que me conocen de la plantinera y el dueño de la misma trata de integrarme y hacerme participar siempre. Pero sino creo que no me registrarían. En mi trabajo hay otra particularidad, es que en la empresa somos casi mas mujeres que hombres, por eso no me costó tanto adaptarme.

¿Cómo te gustaría verte en unos años?
A mi me gustaría seguir trabajando en la plantinera y a la vez asesorar a los clientes que vienen pudiéndoles darles un servicio de asesoramiento productivo mas integral en sus quintas. Lo que veo es que hay muchos productores chicos que no tienen técnico y llegan a la plantinera y te preguntan las cosas. A mi me gusta lo que hago y eso es muy importante.

¿Cómo ves hoy la horticultura en La Plata?
Está muy estratificada. Está el muy grande, el mediano y el chico. No veo la horticultura sin ver los horticultores. El primero conduce la quinta como una empresa en cambio los otros tienen la quinta como parte de su vida y toda la familia come de ella. Por eso a mi me gustaría trabajar con estos últimos tipos de productores.

¿Cómo ves a la producción con respecto al uso de insumos?¿ La ves muy dependiente?
Si es muy dependiente. Pero creo que hay alternativa, el problema es que los pequeños productores no tienen como enterarse. Una porque no pagan y otra porque no hay nadie que se los vaya a dar tampoco. Si bien ellos se rehúsan a contratar a un ingeniero terminan siendo mas dependiente de los insumos para producir porque tienden a copiar a los grandes y a mitad del ciclo se quedó sin plata y todo el planteo productivo se vino abajo.

¿Cómo están las condiciones de estructura en la zona de Varela?
Y, los caminos y todo eso están bastante venidos abajo.

¿Dónde y cómo comercializan?
La mayoría de la zona vende en playa libre, cada uno con su camioncito. Como tienen una producción diversificada pueden ofrecer varias cosas a la vez.

¿Que fue lo mejor y lo peor que te dejó tu paso por la facultad?
Lo mejor fue toda experiencia, pero lo que le falta mucho es el contacto con el campo, con el productor para conocer una realidad que es muy distinta a los temas planteados en clase algunas veces.

Agradecemos la calidez y buena predisposición de ambas entrevistadas.

1 comentario:

  1. Conozco a Andrea y la vi crecer en la "plantinera" como esas plantas que tienen que crecer en la adversidad, y con el tiempo fue ganándose su lugar que todos respetan. Exitos con tus proyectos.

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